Se fue.

Se fue.

 

¡Y tan poco que lo vi!

Tan breve que me lo encontré…

 

Encuentros que, separados en el tiempo, marcarían un antes y un después tan alternado.

Tan salteado y esparcido

Pero lleno y recordado.

 

Se fue.

 

Y así como hoy se fue, volverá.

¿o ya no?

¿o esta vez es permanente

y no me lo he tomado en serio?

 

Para detenerlo, un instante, y mirarle a los ojos.

Mirarle y decirle "No te vayas de mi lado".


"Puedes irte pero, por favor, quédate".

 

Se fue.

 

¿Es demasiado tarde para arrepentirme de mi indecisión?

¿Para elegirte y correr tras ese avión?

Que veo partir, deslizándose suavemente pero amenazante en la pista

Y que te llevará directo al norte, lejos de acá, lejos de mí, lejos del amor que no pasó.

 

Donde siempre estuviste pero, al menos, con la oportunidad.

Esa falsa esperanza de poder volver que siempre se hizo presente.

Pero, penosamente, me doy cuenta de que ya no será posible.

Ya no más dicha ilusión de al menos hablarte

Cada tanto, al encontrarte en mi avenida.

 

Se fue.

 

Como ha venido, ya no está.

Y en el aire, volando, no se acercará jamás.

Y vivirá, en cada recuerdo, en cada año nuevo y cada mirada.

 

En cada fecha de nostalgia,

en cada café de madrugada.

 

Adiós,

 

Tal vez por siempre o quizá nunca.

Comentarios

Entradas populares